De Jorge Pitillas (pseudónimo de José Gerardo de Hervás, m. en 1742), publicada en la 2.a ed. del tomo VII del Diario de los literatos de España (1742), fechada un año antes. El sentido crítico del siglo XVIII está representado en la poesía satírica de Jorge Pitillas. Consta esta sátira de cien tercetos, precedidos de un breve prólogo en el que el autor pondera la magnitud de su intento: «Tengo muy creído que la calidad y aun la claridad de este escrito causará extrañeza a todos, escándalo a muchos y mortificación a algunos’…»
La obra comienza, a imitación de los satíricos latinos, mostrando la indignación del escritor por el lamentable estado de la literatura patria y declarando su propósito: «Quiero yo ser satírico Quijote, / contra todo escritor follón y aleve». Luego, junto al repudio de los galicismos, censura la literatura postbarroca. Denuncia la existencia de un «literato afrancesado, antiaristotélico, filosofante, deslumbrado por lo nuevo, curioso de extrañas y lejanas noticias». Las alusiones contemporáneas dan vida a esta sátira. Su mayor interés estriba en su valor documental. Se trata de una imitación directa del preceptista francés Boileau. Pitillas no cita a Boileau, pero sí a los autores latinos citados por aquél: Horacio, Persio, Juvenal, Plauto, Marcial. Son también elementos de esta obra trozos del Viaje del Parnaso (v.) de Cervantes. Pitillas es un hábil y fiel traductor de Boileau. A pesar de ello, su estilo es personal y no exento de gracia.