[Sant’Elena al Calvario]. Oratorio de Pietro Metastasio (Pietro Trapassi, 1684-1782), estrenado en Viena en 1731, con música de Antonio Caldara (1670-1733).
Está inspirado en la leyenda del hallazgo de la Cruz por Santa Elena, según los testimonios de Teodoreto, San Paulino, San Ambrosio, San Cirilo Jerosolimitano y otros autores cristianos mencionados en el argumento que precede a la edición del drama. «Santa Elena, emperatriz, inspirada por Dios y advertida en sueños por visiones celestes, fue a visitar el Calvario. Ayudada por Macario, entonces obispo de Jerusalén, descubre no sólo el suspirado Sepulcro, sino también la Santa Cruz; y confirmando la profecía de Isaías, adoró y ofreció uno y otra a la adoración del mundo». Metastasio reduce a la fórmula de su melodrama todas las experiencias del teatro religioso primitivo: del lirismo dramático de la loa italiana al mecanismo espectacular del «miracle» francés y al realismo escénico, ya articulado, del «auto sacramental» español.
Esta riqueza de medios expresivos viene a perjudicar, sin embargo, el goce de la simplicidad de la acción litúrgica, cuyo impulso místico se halla contenido por una elegancia lírica, más de la cual no queda lugar para una profunda poesía religiosa.
C. Capaso