[Struwelpeter]. Obrita del doctor Heinrich Hoffmann (1809- 1894). Por Navidad de 1844, el doctor Hoffmann, médico en Francfort del Main, buscaba un libro para su niño de tres años; como no encontrase nada a su gusto, volvió a casa con un cuaderno en blanco; pintor, poeta y de gran viveza de espíritu, trazó el diseño y compuso las fáciles rimas de lo que llegó a ser uno de los más leídos libros para niños.
El editor Loning, que frecuentaba su casa en calidad de amigo, quiso publicar para la Navidad siguiente, en mil quinientos ejemplares, la obra que en sus orígenes no estuvo dedicada al público y en cuatro semanas se agotó la edición. Desde entonces todo niño alemán, y no sólo alemán, conoce los versos de estos diez cuentecitos que describen los vicios capitales del niño y sus funestas consecuencias: Pedrito que no quiere dejarse peinar ni cortar las uñas, Paulina que toca los fósforos y se quema, los tres niños que se mofan del moro negro carbón-pez-cuervo y como castigo han de bañarse en el tintero, etcétera.
El éxito del libro se debió sobre todo al hecho de que, a diferencia de la literatura para niños entonces en uso, Hoffmann supo evitar en sus versos toda retórica, todo sentimentalismo y todo asomo de idealización, presentando al pequeño lector su mundo tal cual es, sólo con un poco de ironía, o mejor aún, revestido de una fantasía fecunda en alegres hallazgos.
F. Federici