[Mon petit Trott]. Novela para niños del escritor francés André Lichtenberger (1870-1939), publicada en 1898.
El protagonista de la obra es un «niño terrible» que, con su bondad impetuosa, su caprichosa cabeza y su impecable lógica infantil, pone a veces a los adultos en graves aprietos. Su infancia se resiente de un drama familiar. El padre, oficial de marina, que partió para un largo viaje, vuelve de improviso; tal vez alguna advertencia misteriosa apresuró su retorno. Trott es feliz de volverlo a ver, pero su presencia en la casa no es un motivo de felicidad. Los amigos se alejan, el ritmo de la vida alegre y agradable queda interrumpido: papá está enfadadísimo con mamá. Y en su conciencia de hombrecito, Trott se da cuenta de que el padre tiene razón. Esta parte dramática de la obra está tratada por Lichtenberger con admirable delicadeza. Trott no juzga mal nunca; siente e intuye, como una criatura simple y primitiva. Y al fin es él quien reconcilia los padres, aunque sin penetrar nunca en su drama, que queda mudo. La afortunada novela tuvo su continuación en La hermanita de Trott [La petite sœur de Trott] (1898). Esta segunda parte, aunque inferior a la primera, no carece, sin embargo, de una gracia particular.
En realidad, más que una novela es una serie de cuadritos inspirados en la vida infantil. En ella se narra el desenvolvimiento de Lucita en su primer año de edad, sus progresos sorprendentes tal como los ven los adultos, tal como los ve Trott y tal como son en realidad. El libro acaba, con la despedida de la madre de Trott y de Lucita al barco del padre, que zarpa y desaparece lentamente en el horizonte. Mi pequeño Trott es más adecuado para ser gustado por los adultos que por los niños, dada la ductilidad y equilibrio del estilo, que funde en sí y armoniza la comicidad más ingenua con la emoción dramática.
M. T. Chiesa