Poema anónimo griego, en 1.082 versos de 15 sílabas, generalmente no rimados, que pertenece quizás al siglo XIV y describe la carta del rey León, el cual, proponiéndose establecer una paz perpetua, convoca un día en asamblea a los demás animales, y ordena que después de haberse dividido en puros, o sea, no carnívoros, y carnívoros o impuros, enumeren entre ellos las virtudes y los vicios de cada cual. Se celebra la reunión pero al fin estalla entre los presentes una riña sangrienta, en la cual incluso el león lleva la peor parte, pues resulta muerto a consecuencia de una cornada del búfalo. Viene la noche, y los supervivientes se dispersan, poniéndose a salvo de la ferocidad de sus compañeros. Perteneciente al género, difundido en la época bizantina, de la zooépica, esta composición, afín a parecidas realizaciones, contiene unos pocos asomos satíricos y abunda en vulgares obscenidades.
C. Brighenti