[Le retour imprévu]. Comedia en un acto de Jean-François Regnard (1655-1709), estrenada en 1700.
Clitandro, enamorado de Lucila, en ausencia de su padre, Geronte, se da a la buena vida, empeñando incluso los muebles de la casa paterna. Geronte vuelve de improviso y la situación desesperada puede salvarla Merlin, criado de Clitandro, quien para alejar de la casa al viejo inventa que ésta se halla invadida por los espíritus, y a fin de justificar las exigencias de los usureros le hace creer que Clitandro ha contraído estas deudas para comprar la casa de la tía de Lucila, la señora Bertranda; pero ésta, en su opinión, ha enloquecido y ello motiva que se niegue a desalojarla.
Cuando Geronte va a ver a la señora Bertranda, Merlin, para que no se descubran sus enredos, advierte a ésta que el viejo está loco y que no se asombre de sus extrañas palabras; descubre entretanto dónde está escondido el tesoro de Geronte y lo hace robar, hasta que se pone todo en claro y Geronte, para recuperar su dinero, da el consentimiento a las bodas de Lucila y Clitandro. Si bien el motivo central se ha sacado de la Mostellaria (v.) de Plauto y el del tesoro robado de la Aulularia (v.), también plautina, el espíritu de la comedia es completamente francés, centelleante de diálogo y frases ingeniosas. La «commedia dell’arte», llevada a Francia por los cómicos italianos, no es superada pero sí brillantemente valorizada: sus chistes, sus ocurrencias y los abundantes recursos escénicos hallan en el teatro de Regnard la más completa expresión de su efecto cómico, si bien mantiene como fin la mera distracción.
U. Déttore
No pretende más que hacer reír. Propuesto el tema, extrae toda la comicidad que contiene, con una lógica extravagante, sin la menor ‘preocupación de la realidad o de la verosimilitud. (Lanson)