[Scholia in Thebaida]. De la Tebaida (v.), rica en narraciones mitológicas, se hicieron, desde su aparición, comentarios que no solamente encontramos en los manuscritos de este autor en forma de notas, sino que a menudo se nos presentan solos, quizás porque, usados como repertorio mitológico, el poema que había servido de pretexto exegético, podía pasar así, dado su mediocre valor poético, a segunda línea.
La misma naturaleza de los Escolios permite las más amplias posibilidades de interpolación, de manera que no es fácil el empleo de argumentos internos para establecer la edad del comentario cuando precisamente tales elementos cronológicos pueden resultar añadiduras posteriores. También la paternidad es dudosa; el comentarista, que se llama Celio Firmiano Lactancio Plácido, fue también identificado con el padre de la Iglesia homónimo. Equivocadamente, puesto que nuestro comentarista es un pagano, convencido de los mitos que explica, y no un cristiano practicante.
De todo lo cual se desprende que, aunque la forma en que nos han llegado los Escolios a la Tebaida procede del siglo VI, con todo, el núcleo esencial, separado de las interpolaciones, está muy cercano a la época de Estacio, posiblemente a aquel mismo siglo II d. de C. en el que tanto interés se despertó por la mitología, hasta el punto de rehacer para uso de los escolares las Fábulas (v.) de Higino.
F. Della Corte