El Paraíso perdido, J. Milton

Poema épico en 12 libros

Satán, precipitado en el lago ardiente del infierno después de su rebelión contra Dios, congrega a los diablos en consejo. Una vez descartada la idea de un nuevo asalto al cielo, el consejo delibera que Satán vaya en busca de un nuevo mundo, cuya creación ya fuera pro­fetizada en el cielo, y de su habitante, el Hombre. Dios ve a Satán volar hacia la Tierra a través del Caos y pre­dice su victoria sobre el Hombre, que caerá y será casti­gado.

El hijo de Dios se ofrece para redimir a la Huma­nidad. Mientras tanto, Satán ve a Adán y Eva en el Pa­raíso Terrenal y se entera de que les ha sido prohibido co­mer el fruto del Árbol del Conocimiento. Entonces deci­de tentar a Eva, apareciéndosele en sueños. El arcángel Rafael acude a avisar a Adán, contándole que Satán se ha rebelado contra Dios. Pero Satán se introduce en el cuerpo de la serpiente y convence a Eva para que coma del fruto del Árbol de la ciencia prohibida: Adán, cons­ciente de que su compañera está perdida, come también del fruto para perecer con ella. Dios pronuncia la con­dena de los transgresores, mientras el Pecado y la Muer­te llegan a la Tierra, atravesando el Caos.

El arcángel Mi­guel, para consolarlos, revela a Adán y a Eva, arrepen­tidos ya de su culpa, la futura llegada del Mesías, su en­carnación, muerte y resurrección. Adán y Eva abando­nan el Paraíso Terrenal, mientras detrás de ellos se cierran sus puertas, que están guardadas por una fila de querubines y defendidas por la espada flamí­gera de Miguel.