[Silja eli Nuorena nukkunut]. Novela del escritor finlandés Frans Eemil Sillanpää (1888-1964), publicada en 1931. Tan popular y perfecta, aunque menos sombría que Santa Miseria (v.), Silja evoca la extrema decadencia de una familia campesina, pero es también la historia de una maravillosa muchacha y la melancólica evocación de un amor mezclado en seguida con las primeras visiones de la muerte. La intriga, según acostumbra el autor, es pobre en acontecimientos: en la trivial existencia del campo finés, en medio de prolongados trabajos y duras jornadas y, tras la muerte de sus padres, a través de las fatigas y humillaciones que le impone su condición de sirvienta de una granja, Silja va conquistando poco a poco su independencia moral. Cortejada a menudo, Silja trata fríamente a sus enamorados, como si sintiese que una especie de preparación interior debe operarse en ella antes de que pueda encontrar el verdadero amor. Finalmente, conoce a un estudiante de la ciudad, Armas, y deslumbrada se entrega a él. Sobreviene la guerra de 1918 y Armas parte para el frente.
Pronto se entera de que Armas ha perdido una pierna y la muchacha, minada ya por una enfermedad del pecho, acoge su mal con serenidad, dichosa casi, como la coyuntura que le brindará la soledad interior que preservará el encanto de su único amor. La gente que la rodea no adopta ninguna precaución para ocultarle su estado: cínicamente, su patrona le quita su hermoso delantal, con la excusa de que pronto ya no le hará ninguna falta. Pero Silja tiene el alma delirante de espléndidas fiestas imaginarias, y muere serenamente, sin protestas, «cumpliendo su destino». Silja es, sin duda; la figura más atractiva y delicada de la literatura finlandesa. Con ingenua simplicidad, esta heroína de Sillanpáá introduce un elemento épico en el ambiente trivial y frustrado de ese mundillo del campesinado finlandés de hace medio siglo. A este autor se le concedió el Premio Nobel en 1939.