[Die Jager]. Drama alemán en cinco actos de August Wilhelm Iffland (1759-1814), publicado en 1785. La obra se presenta como «una representación dramatizada de la vida campestre» y abunda en conflictos teatrales. El honrado pero violento intendente forestal Warberger, instigado por su ambiciosa mujer, aleja de la casa a su sobrina Federica, huérfana y pobre, de quien es tutor, para interrumpir el amor que surge entre ella y su hijo Antonio. Éste, sinceramente enamorado de su prima, no se doblega a la voluntad de su madre y se niega a casarse con la hija, por otra parte nada inmaculada, del rico y malvado gobernador von Zeck. Finalmente Antonio decide abandonar la casa paterna para alistarse en el ejército, pero antes de efectuar su propósito discute por casualidad con Mateo, criado del gobernador. Ello ofrecerá ocasión al pérfido von Zeck para vengarse: Mateo aparece cierto día herido gravemente en el camino, y acusan del delito a Antonio. Sin embargo, la verdad y la honradez debían triunfar siempre en el teatro moralizador de Iffland y también la inocencia de Antonio quedará ampliamente probada: libre y absuelto de toda acusación, puede volver a la vida sencilla y honrada de la casa paterna, tomando por esposa a su prima Federica. Hay en el drama todas las características del teatro setecentista de Iffland: pequeñas miserias de la vida cotidiana, litigios domésticos, antítesis entre el mundo burgués y el aristocrático, situaciones patéticas, que se prestan a escenas movidas y conmovedoras, personajes completamente buenos y completamente malos, que se mueven sobre un fondo típicamente arcádico; son ingredientes que, si procuraron a la obra grandes éxitos de público, no bastan para ocultar su íntima pobreza.
C. Zurlini