Tragedia en 5 actos
Franz Moor sonsaca a su padre el permiso para responder a su hermano Carlos, quien ha expresado su deseo de regresar a la casa de sus padres después de haberse arrepentido de su juventud disoluta, y le manda una pérfida carta en la que lo repudia y lo deshereda sin apelación. La abrasadora desilusión empuja al impetuoso Carlos a ponerse a la cabeza de un grupo de bandidos con el propósito de enderezar entuertos e injusticias. Franz, que querría seducir a Amalia, la novia de Carlos, anuncia a ésta y a su anciano padre la muerte en combate de su hermano.
Empujado por la nostalgia hacia los lugares de su adolescencia, Carlos regresa a casa de sus padres y descubre las fechorías de Franz; pero dudoso ahora ya de la posibilidad de tomarse la justicia por su mano mediante la violencia, querría renunciar a la venganza: se lo impide el descubrimiento de que su padre, muerto, según Franz, por el dolor que le produjera la pérdida del hijo, está enterrado vivo en una torre en medio de un bosque cercano.
Franz se siente entonces condenado: maldiciendo a Dios y temblando por el castigo eterno, se estrangula. El padre, viendo en el hijo al bandido y al responsable de la muerte de su hermano, muere de un ataque al corazón. Carlos, considerándose ahora indigno de Amalia y desesperado por ello, la mata y se entrega a la justicia.