[La caccia al lupo]. Boceto escénico de Giovanni Verga (1840-1922), publicado en Milán en 1902. La escena se desenvuelve de noche, en una casa de pastores, mientras fuera brama la tormenta, entre el marido, la mujer y el amante. El marido vuelve a casa torvo, ambiguo, y entre palabras cortadas y confidencias improvisadas que a la mujer le dan escalofríos, hace sus preparativos: ha tendido una trampa al lobo, poniéndole como cebo una cordera; el lobo se acerca «oliendo el aire con el hocico, brillantes los ojos de deseo». Luego el hombre se va, cerrando la puerta por fuera. El amante sale del escondrijo donde se había refugiado. Ambos quedan frente a frente cerrados en la trampa, descompuestos por el terror de la inminente venganza. La mujer pide ayuda al compañero, éste sólo piensa en salvarse a sí mismo; pero ella, indignada de su cobardía, le impide salvarse. Furiosos, ambos se echan en cara el pasado, acusándose mutuamente de haberse seducido. Se oye al marido que vuelve. La mujer trata de salvarse con un último recurso y pide auxilio como si la hubiesen asaltado a traición. El amante no la ahoga porque le falta el tiempo, pues en el umbral está el marido con el fusil preparado. El proceso de desintegración a que Verga ha sometido las pasiones humanas, alcanza en este boceto los límites extremos: despojadas de todo encanto y poesía, se reducen todas a un bestial instinto de conservación. Es magistral la estructura de esta escena, densa y violenta, pero la vida de los personajes es escasa: son sólo esquemas mentales en los que, en el crepúsculo del poeta, se concentra la irónica amargura del pensador.
E. C. Valla