Tragedia en 5 actos
Alba y Roma están en guerra, pero las dos ciudades deciden elegir cada una a tres campeones, cuyo enfrentamiento decidirá la controversia. Alba elige a tres hermanos, los Curiacios, y Roma a otros tres, los Horacios. Ambas familias se encuentran, sin embargo, unidas por vínculos de parentesco: Sabina, hermana de los Cuaricios, está casada con uno de los Horacios y Camila, hermana de los Horacios, se halla prometida con uno de los Curiacios. Mas las protestas de las mujeres topan con el deber que impone la patria, y el combate tiene lugar.
Se anuncia la muerte de dos Horacios y la huida del tercero. El anciano Horacio se prepara para acabar con la vida del hijo cobarde. Pero la huida, en realidad, no es sino una estratagema: enfrentándose a sus adversarios de uno en uno, y ya que éstos se han visto obligados a separarse mientras lo persiguen, Horacio consigue dar muerte a los tres. Orgulloso de su gesta, regresa a su casa, y allí lo recibe su hermana Camila, que lo maldice. No duda en matarla. Los romanos quieren condenar a Horacio, pero el rey Tulio, tras haber escuchado al anciano Horacio exponer las razones de su hijo, decide conservarle la vida y lo somete a una ceremonia de expiación.