El joven Philip Pirrip, apodado Pip y encaminado a ser el artesano del pueblo, se ve convertido de la noche a la mañana en titular de una ingente suma de dinero (de la que podrá disfrutar una vez haya alcanzado la mayoría de edad), que le ha sido legada por un misterioso benefactor que mientras tanto costea su educación. Pip sospecha que el tal benefactor es Miss Havisham, una áspera y excéntrica mujer a la que Pip, que entre tanto se ha marchado a vivir a Londres, rinde alguna ocasional visita.
Miss Havisham ha tomado bajo su tutela a una graciosa muchacha llamada Estella, y la educa para el único propósito de hacer sufrir a los hombres, en venganza por haber sido abandonada el día de su boda. Pip no tarda en enamorarse de Estella. Mientras tanto, el verdadero benefactor resulta ser el presidiario Magwitch, a quien un día Pip había prestado su ayuda ai encontrarlo, extenuado en su huida, escondido en las cercanías de la aldea.
El presidiario es asimismo el padre de Estella, la cual hará luego un desdichado matrimonio, en tanto que el dinero de Magwitch será incautado por el Estado. Pip emprende entonces el regreso a la aldea y reanuda la frecuentación de Estella, que ha experimentado a su vez un cambio interior por los sufridos padecimientos.