[Le double méprise]. Novela corta publicada en 1833. Julia de Chaverny se ha casado hace seis meses con un hombre vulgar y fatuo, el menos apto para comprender las exigencias delicadas de su alma. A los pocos meses de matrimonio, comprendiendo la irremediable desgracia, se encierra en su soledad, defendida por el natural orgullo contra los peligros que el mundo tiende a su juventud ávida de afectos. Pero ahora, cuando la vulgaridad del marido se hace más ofensiva, parece dispuesta a aceptar la asiduidad de un pisaverde cualquiera; mas llega de Constantinopla un joven diplomático, Darcy, que habla a su corazón de modo muy distinto.
Cierto día, cuando muchacha, creyó distinguirle entre los demás, y le lloró cuando inesperadamente se fue lejos, no bastante rico para pedirla en matrimonio. Al verle de nuevo cree hallar el amor que le estaba destinado y como él evoca el recuerdo bastante tiernamente, la mujer no tarda en confesarle su desgracia, y se le entrega. Darcy no comprende, cree que se trata de una aventura demasiado fácil y se dispone a continuar el trivial adulterio. Julia, que soñaba en reanudar su vida, con la plenitud del amor sin trabas, es vencida por la desilusión y la vergüenza. Corre a refugiarse junto a su madre y muere en el viaje, sin que ni siquiera Darcy intuya su drama.
En el género mundano, la nove- lita recuerda El vaso etrusco (v.), sin tener su redondez exquisita, revelando incluso un defecto en la composición, porque primero se inicia en el género de una novela breve y luego, hacia el final, parece terminar precipitadamente. Sin embargo las cualidades del escritor se muestran por entero y la figura de la protagonista es acariciada, penetrada. La renuncia de Darcy es quizás una alusión autobiográfica, recuerdo de la pobre juventud del autor; lo más importante, el ideal de un parisinismo discreto, fino, cerebral, que el joven diplomático expresa, revela perfectamente el gusto de Mérimée.
V. Lugli