[Juggenddramen]. Es esta la primera producción teatral de Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781). El joven sabio [Der Junge Gelehrte] escrito en 1747 y publicado en la cuarta parte de los Escritos en 1754, es una comedia de ambiente estudiantil, imitada por Moliere, donde el autor se burla de sí mismo en el estudiante pedante; la interpretó la célebre Carolina Neuber y representa en la obra de Lessing una primera liberación del viejo mundo y su evasión hacia lo humano. Más importante es la otra, Los judíos [Die Juden], de 1749, en un acto, publicada en la quinta parte de los Escritos en 1755: un barón es despojado por dos bandidos enmascarados, que él cree judíos, cuando en realidad son su administrador y un compadre suyo, disfrazados de judíos para cargar las sospechas en esas víctimas expiatorias siempre al alcance de la mano.
Judío es, en cambio, el viajero que, generosamente, salva la vida del barón sacándole de las manos de los bandoleros; este descubrimiento confirma con los hechos la frase que el viajero había dicho en la primera escena en contestación a unas palabras que condenaban en masa a toda Una raza: «No soy amigo de juicios generales pronunciados sobre todo un pueblo». El breve drama, todavía impersonal y algo cohibido, precede vagamente a Nathan el sabio (v.) y tiene algún que otro acento original.
Mientras el otro, El espíritu libre [Der Freigeist] de 1755, publicado en la quinta parte de los Escritos, que saca su argumento de los Caprichos del corazón y del espíritu de De L’Isle, sufre notablemente de la influencia de Moliére. Quiere demostrar a los ilustrados volterianos berlineses de Federico II la roñería de Agrastes que se profesa espíritu libre, y en cambio poner de manifiesto la generosidad y la bondad de Teófano, pastor protestante. A estos dramas se añaden El tesoro [Der Schatz], una reelaboración de Plauto, y El misógino [Der Mysogen] en un acto, de 1748, publicado en 1755 en la sexta parte de los Escritos, sacado de la Viuda a la moda de St. Foix. Wunshater, en el que el personaje del viejo misógino, representa en ciertos aspectos, una caricatura del mismo Lessing.
G. Federici Ajroldi