[Diari]. Vasta crónica que el autor comenzó a escribir el día primero de enero-de 1496 y continuó hasta pocos días antes de su muerte. Varias veces el autor, mientras redactaba los Diaños, se vio impelido a escribir tratados históricos que, proporcionando una amplia visión de los hechos anteriores, fuesen una necesaria introducción a la plena comprensión de aquéllos. Así se originaron el Sommano di Stona Veneziana dal 746 al 1494 [Sumario de Historia Veneciana del 746 al 1494], las Vite dei Dogi [Vidas de los Dogos], los Commentari della guerra di Ferrara [Comentarios de la guerra de Ferrara] y la Spedizione di Carlo VIII in Italia [Expedición de Carlos VIII a Italia], con la cual espera el autor conducir la narración hasta donde comienzan los Diarios. Estos constituyen la más – vasta crónica que se haya intentado hasta hoy.
La exigencia inherente a la crónica de remontar a los acontecimientos para captarlos en su objetividad, alcanza aquí su extremo límite; y precisamente por esta impersonalidad, por este intento de hacer hablar la historia sin la mediación del historiador, la obra se convierte en una vasta colección de documentos originales relacionados con la narración de todo cuanto se decía o se hacía cotidianamente en los consejos de la Serenísima.
Solamente un noble continuamente ocupado en las funciones públicas podía concebir el plan de una obra como ésta y llevarla adelante hasta hacer de ella un archivo, que en su modo de selección revela una mente perspicaz sostenida por un vigoroso sentido de la política y de sus exigencias, y es una suerte que el diarista aventaje al historiador y que sus Diarios hayan permanecido en su redacción vernácula. Esta obra abarca el período más agitado de la historia italiana y europea, vista desde el vasto observatorio que tenía Italia. Cincuenta y seis grandes volúmenes «infolio» constituyen la obra en su manuscrito, el cual vió la luz entre el 1879 y el 1903, al cuidado de una comisión de eruditos, compuesta por Nicoló Barozzi, Gugcomisiónerchet, Rinaldo Fulise y Federico Stefani.
G. Franceschini