[Vor Sonnenaufgang]. Drama del escritor alemán Gerhart Hauptmann (1862-1946), representado en el teatro de la «Escena libre» de Berlín en 1889. Es el primer drama de Hauptmann. «Inauguramos», decía el manifiesto de la «Escena libre» [«Freie Bühne»] «un teatro libre para la vida de hoy. Nuestros esfuerzos serán en pro del arte nuevo, el que expresa la realidad y la vida de hoy… Nuestra consigna es la verdad». Era el programa del Naturalismo (v.) que Arno Holz había introducido en alemania y gracias al cual iba Hauptmann a remover memorablemente las aguas estancadas del teatro alemán. Antes de la aurora representa la vida de un centro de mineros silesianos y es fácil advertir el recuerdo de la Tierra (v.) de Zola. La riqueza adquirida súbitamente por una familia de campesinos, minada por el alcoholismo, no consigue salvarla de la abyección. El padre es un borracho embrutecido que no deja la taberna «antes de la aurora», la madre tiene por amante un tipo desesperado al que quisiera casar con su hija Elena. El marido de su hija mayor, Hoffmann, es un especulador sin escrúpulos que trata de seducir a su cuñada. Sólo Elena es una criatura pura e inocente y en ella, destinada a perecer dominada por las fuerzas maléficas que la rodean, ha centrado Hauptmann la luz poética de su fantasía.
El único que pudiera salvar a Elena es Loth, amigo de infancia de Hoffmann, noble, sano, de aspiraciones elevadas, pero débil, de mentalidad limitada y prisionero de vanas teorías. Enamorado de Elena, que le corresponde, el temor de que en la muchacha esté latente la herencia de su triste familia, le aleja para siempre de ella después de una hora de amor. Elena no consigue sobrevivir al abandono y se mata. Loth es la primera encarnación de aquellas almas en las que una abstracta nobleza impide el sentido humano de la vida y que Hauptmann representará en muchos dramas sucesivos es, en tono menor, el hermano mayor de Juan Vockeratt de las Almas solitarias (v.). Son claros los elementos del Naturalismo en el drama: el determinismo psicológico por el cual Elena, la única criatura pura, ha de perecer víctima de la bajeza que la rodea; el terror de la herencia que aleja a Loth y hace de este hombre, presentado como un apóstol de nuevos ideales sociales, un incapaz que no se atreve a luchar contras las fuerzas desencadenadas. Pero la sequedad de la fórmula está compensada por un sincero amor hacia la humanidad y sus sufrimientos y por la instintiva intuición del alma y el lenguaje de los humildes.
O. Signorelli Resnevich