[Abu Telfan oder die Heimkehr vom Mondgebirge]. Es la segunda novela de la trilogía del escritor alemán Wilhelm Raabe (Jakob Corvinus, 1831-1910), precedida por el Pastor del hambre (v.), y seguida de El carro de los apestados (v.). Apareció en 1867 y es también una variación sobre el tema fundamental de que el mundo actual con sus simulaciones y maldades hace imposible la vida a los buenos, que han de apartarse o perecer. Leonard Hageburger, hijo de un empleado de los impuestos de una pequeña ciudad sajona, huye de casa por diferencias familiares y llega, tras muchas aventuras, al centro de África y en Abu Telfan, en el país de Tumurquia (probablemente Abisinia), cae prisionero de los indígenas, que le tratan como esclavo durante doce años. Un comprador de fieras, que se hace pasar por holandés, le rescata, y vuelve a su patria, endurecido y lleno de ilusiones. Pero la familia, encontrada de nuevo, le decepciona muy pronto de manera amarga, y pasadas pocas semanas la severidad paterna y la incomprensión de los parientes le obligan a dejar de nuevo la casa.
Se interesan por él el buen primo Wassertreter y dos mujeres: la bella y joven dama de la corte Nikola von Einstein y una anciana amiga, llamada «nuestra señora de la paciencia», viuda del consejero áulico Fehleysen, que se mató porque era víctima de una difamación, cuyo hijo ha huido al extranjero: ella se ha retirado a una especie de ermita, el viejo «Molino del gato», donde cuenta en silencio las gotas que caen sobre el rodezno parado y espera con paciencia la vuelta del hijo desaparecido. Nikola, espíritu vivaracho y rebelde a las convenciones sociales, ha de ceder a la mezquindad y malignidad del ambiente y casarse, contra su voluntad, con el rico y brillante primo Friedrich Glimmern, chambelán. Leonard se traslada a la Residencia, donde vive junto al sastre Táuberisch Pascha, un tipo original y divertidísimo, y ayuda al profesor Reihenschlager, otro original, en la redacción de una gramática copta. Nikola y sus amigos le inducen a dar conferencias sobre sus aventuras africanas, pero él manifiesta tan crudamente el efecto de sus experiencias y la miserable impresión que le produce la sociedad, que la policía le prohíbe hablar. Reaparece entonces el presunto holandés que le había rescatado, y que se revela como Víctor Fehleysen, hijo de «nuestra señora de la paciencia», quien, junto con el anciano Kind, quiere vengarse de Glimmern, que fue el calumniador de su padre y el seductor de la hija de Kind: tienen en sus manos importantes documentos que prueban su falta de honradez. Se produce un escándalo. Glimmern huye, perseguido por Kind, y en Londres se matan ambos. Víctor parte de nuevo para labrarse un porvenir en América. Nikola, sostenida por Leonard, se refugia en el «Molino del gato» que ya no abandonará más, y Leonard, retirándose después de la muerte de su padre al pueblo natal, continúa siendo fiel a ambas mujeres, que viven en silencio alejadas del mundo.
El libro concluye con las tristes palabras del Corán: «Si supieseis lo que yo sé, lloraríais mucho y reiríais poco». Esta es la dolorosa filosofía de Raabe: el mal triunfa en el mundo, los buenos deben esperar, pacientemente y apartados, su liberación; y en tanto, «mirar hacia arriba, a las estrellas». La triste atmósfera del libro es reanimada sin embargo por un feliz humorismo en la pintura de los tipos cómicos, y pese a la oscura, prolija y complicada narrativa de Raabe, asoma en ésta, como en sus demás obras, la profética actualidad de ciertos problemas: aquí es la tragedia del que regresa después de un período de vida anormal y ya no sabe adaptarse al mundo corriente.
C. Basseggio y E. Rosenfeld