[Der Renner]. Poema didascálico en 25.000 versos compuesto entre 1296 y 1310 por el poeta alemán Hugo von Trimberg. El poeta imagina que va a parar a un prado lleno de flores, rodeado de montes, en cuyo centro se halla un peral y bajo éste una mancha de hierba suave, un zarzal, una fuente y un charco. Un soplo de viento hace caer las peras del árbol, y algunas de ellas van a parar al zarzal, otras sobre la hierba, otras a la fuente y otras, finalmente, al charco. Todo esto es una alegoría: el prado significa el mundo, los montes son los dolores, el peral es el símbolo de la vida, sus frutos los hombres. El viento significa la presunción de las muchachas y el egoísmo de los jóvenes; de ellos algunos caen en la soberbia (el zarzal), otros en el vicio de la gula (el charco), otros en el de la avidez (la fuente), y otros, por fin, en la hierba (el arrepentimiento).
Éste es el plan general de la obra, pero el poeta toma ocasión para hablar también de los demás pecados irremisibles y de las debilidades humanas y, en fin, de todo lo que se le ocurre, de manera que parece un corredor, como dice el título, que va corriendo por todas partes, divagando sobre todos los temas. Su intención es dar al pueblo un libro de sabiduría común que nos enseñe los vicios humanos y el camino de la verdadera nobleza. Dirigiéndose al pueblo, emplea lugares comunes de la sabiduría popular, cuentos, apólogos, lemas, etc., que hacen el poema de fácil y agradable lectura. La obra continúa la tradición del Huésped italiano (v.) de Thomasin von Zerclaere y de la Sabiduría (v.) de Freidank.
M. Pensa