[Da Socrate a Hegel]. En este volumen recogió G. Gentile en 1905 algunas recensiones críticas de obras filosóficas, publicadas por Bertrando Spaventa (1817-1883) en varias revistas italianas, ordenándolas cronológicamente según el período histórico a que pertenece la doctrina de que tratan. En la «Doctrina de Sócrates» Spaventa, refutando varios aspectos de un escrito de G. M. Bertini, traza un capítulo magistral de historia de la filosofía; estudia la «reacción» contra el naturalismo presofístico y la oposición a la sofística; indaga el valor del subjetivismo socrático, la naturaleza y los límites de la teoría del concepto y de la virtud, la relación entre gnoseología y ética; demuestra el valor del método dialogístico en la posición filosófica de Sócrates. En la «Vida de Giordano Bruno escrita por Domenico Berti» se combate la cautela que, derivando de consideraciones de naturaleza religiosa o de naturaleza práctica, lleva al juicio crítico la incertidumbre y la suspensión, impidiendo revelar el valor histórico o especulativo de una posición de pensamiento. El naturalismo de Bruno marca un momento necesario en el desarrollo del pensamiento, como superación de la posición teológica medieval.
En otros ensayos, refuta Spaventa las diversas manifestaciones del espiritualismo francés que, con su intento de combatir la «corrupción» introducida en la tradición filosófica de Francia por el sensualismo de importación inglesa, pretende remontarse a Descartes, sin darse cuenta de que, si el sensualismo triunfó en el siglo XVIII, ello ocurrió porque respondía a exigencias profundas; y que la crítica y la superación de Locke y de Condillac, realizada, ya, en el movimiento ideológico que va de Kant a Hegel, pueden encontrar otra expresión en una doctrina espiritualista que surja de problemas y de exigencias modernas, y no en un pretendido retorno a Descartes. Si la filosofía francesa pretende oponer al pensamiento moderno la razón abstracta y el método geométrico cartesiano, la italiana intenta refutar a Hegel con Santo Tomás («Hegel refutado por Rosmini» y «Sobre algunos juicios de N. Tommaseo»). En la Lógica de Rosmini se presenta alterada la doctrina del filósofo alemán: a lo que es resultado de la indagación, se hace pasar como presupuesto no justificado; se olvida por completo que la premisa necesaria de la Lógica (v.) hegeliana es la Fenomenología del espíritu (v.); el principio del devenir de la idea se confunde con el aforismo dogmático de la inmovilidad e inmutabilidad de las ideas. Esta desviación es un grave daño para la cultura filosófica italiana, especialmente estando avalado por los nombres de un Rosmini o de un Tommaseo.
También en Alemania algunos filósofos modernos se han declarado restauradores de la filosofía cristiana, y, como Rosmini y Gioberti, tienden a subordinar la filosofía a la teología («La filosofía neocristiana de alemania»): Stahl y Weisse, casi con la misma fórmula de Gioberti, ponen como objeto de lo «intuido» la acción libre y creadora de Dios; pero, a diferencia de Gioberti, los dos filósofos neocristianos no temen caer en el panteísmo y con todo conocimiento se vinculan a la última fase del pensamiento de Schelling. El último escrito, «Sobre las psicopatías en general», es una refutación cerrada del materialismo; a las discusiones de los naturalistas en torno a la naturaleza de las psicopatías, el autor opone la doctrina hegeliana sobre las relaciones entre alma y cuerpo. Esta obra, continuación del Ensayo de crítica filosófica, política y religiosa [Saggi di critica filosófica, política e religiosa], publicado por Spaventa en 1867, es casi una reseña de las condiciones de la cultura filosófica en el ventenio que va del 1855 a 1875.
E. Codignola