De la Tragedia, Gian Vincenzo Gravina

[Della tragedia]. Tra­tado literario de Gian Vincenzo Gravina (1664-1718), dedicado al príncipe Eugenio de Saboya y publicado en 1715. Se puede considerar como una continuación de la Ra­zón poética (v.) y la conclusión de la espe­culación estética del autor, que acentúa en este escrito el concepto de la poesía como «enseñanza del pueblo» y pone de mani­fiesto su preferencia por la tragedia, más adecuada a la enseñanza que cualquier otra poesía.

No mengua, sin embargo, su aver­sión contra los retóricos que sacan preceptos arbitrarios de la Poética (v.) de Aristóteles; a la misma Poética contrapone la gran variedad de la naturaleza y del arte, que no se agota en las observaciones a menudo mal interpretadas de aquel escrito aristoté­lico. Demuestra entre otras cosas cuánto ha sufrido la verdad por las «agniciones» que en Italia se introdujeron en las tragedias, por considerárselas como un elemento nece­sario de la fábula trágica. Su ideal es la verosimilitud y la naturalidad, y en nombre de su ideal combate tanto las «locuras nove­lescas» como las «reglas pedantes» que, a su parecer, estropearon el teatro; poco satis­fecho de la tragedia francesa, contrario a las declamatorias de Séneca, mal maestro del teatro moderno, y al drama pastoril de Tasso, Guarini y sus imitadores, Gravina ve en las tragedias griegas la cumbre del arte, proponiéndolas como modelo de los autores modernos, aunque sin defender su imitación servil.

Desdichadamente, confun­diendo el oficio del crítico con el del poeta, Gravina había intentado, antes de exponer­las en este libro, traducir artísticamente sus ideas trágicas; las cinco tragedias que pretenden representar la «costumbre de los tiempos heroicos» (Palamedes y Andróme­da), el «gobierno real» (Servio Tulio), el «genio consular» (Apio Claudio), el «imperio militar de los romanos» (Papiniano), ponen claramente de manifiesto que el sabio y honrado profesor carecía por completo de espíritu poético.

M. Fubini