Cézanne, Eugenio d’Ors

Ensayo crítico del escritor es­pañol Eugenio d’Ors (1882-1954), publicado en 1921 y editado en francés en 1930. En el primer capítulo, «Cézanne en la novela», d’Ors estudia el personaje central de la novela de Zola L’Oeuvre, llamado Claude Lantier, en quien sus contemporáneos adi­vinaron el retrato de Cézanne. Pero el crí­tico demuestra que Zola no comprendió la ideología del gran impresionista y afirma que este personaje no coincide con el Cézan­ne histórico. Otro capítulo, «Cézanne en la leyenda», presenta la aureola de «maldito» que rodeó al pintor en su época y los atri­butos de colorista alucinado, insociable, mi­sántropo, satánico, loco, etc., con que se le tildó. En «Cézanne en la vida», resume los principales hitos de la carrera del pintor, empezando por una noticia biográfica y se­ñalando la evolución desde los tiempos en que pintaba copias en los museos o estu­diaba Derecho en la Universidad, hasta que se entregó sin reservas a su vocación. Cuen­ta, finalmente, el retorno del pintor a Aix, su pueblo natal, donde llevó hasta su muer­te una tranquila vida burguesa, sólo traicio­nada por su pasión dominante y su último ideal: «Rehacer a Poussin según la Natu­raleza.» En otro capítulo, «Cézanne en su obra», d’Ors examina los diversos estudios y bocetos que el pintor hacía constantemen­te en busca de la perfección, puesto que siempre se sintió aprendiz. Y analiza los motivos de varios de sus cuadros, las épocas de su producción y las sucesivas técnicas que oscilaban entre las policromías deto­nantes o lo que parecían mapas en relieve hasta el predominio obsesivo de las gamas azules. En «Cézanne en su ángel», lo estudia como renovador del bodegón, como creador del retrato anti dinámico, como inventor del paisaje dividido en planos, etc. Y concluye afirmando que Cézanne «es un clásico por definición». Eugenio d’Ors, crítico señorial y certero, nos brinda en este ensayo, cénit de su equilibrio apasionado, un retrato de Cézanne que posee una calidad perenne.

A. Manent