[Charakteristiken und Kritiken]. Colección de ensayos críticos de los hermanos August Wilhelm (1764-1845) y Friedrich Schlegel (1772-1829), publicada en 1801. Acabada la publicación del «Athenaeum» (v,), la batallona revista de los románticos, los hermanos Schlegel pensaron en reunir, con el título de Características y críticas, el conjunto de su actividad literaria hasta aquel momento; la obra, en dos volúmenes, reunió de este modo algunas de aquellas recensiones que, al publicarse en las «Horen» (v.), en la «Gaceta literaria de Jena», en el «Athenaeum», habían revelado en alemania una nueva crítica. Es considerada como la joya de la colección la «Crítica de Bürger», de August Wilhelm, obra que, en meditado antagonismo con la condena ético-filosófica pronunciada por Schiller, logra caracterizar ecuánimemente la obra de este poeta y su papel en el seno de la literatura alemana, y de rechazo, europea. De A. W. es también el ensayo sobre «Romeo y Julieta», exaltación de Shakespeare coherente con la debida a Lessing; un análisis lleno de agudas observaciones como sólo podía trazarlo A. W. que dio tanta parte de su actividad a su traducción de Shakespeare. Las «Cartas sobre la poesía, prosodia y lengua», también de A. W., trazan, siguiendo a Herder, la historia de estos fenómenos desde sus orígenes; pero más que los principios sensistas, débiles e inseguros, a los que Schiller pronto hubo de oponerse kantianamente, interesan en ellas las observaciones particulares y el buen gusto crítico. De Friedrich es la famosa recensión del Woldemar (y.) de Jacobi, tal vez el más agudo y perfecto ensayo de este crítico, nacido sobre todo para la polémica y la negación.
En la novela de Jacobi, Friedrich deplora la difusión del personalismo, el prevalecer de la filosofía y del misticismo en la poesía y la híbrida mezcolanza de positivismo y de fe. La recensión se cierra con la frase que se ha hecho célebre: «Woldemar es una tarjeta de’ invitación para trabar conocimiento con Dios; la teológica obra de arte termina como terminan todas las ‘débauches’… morales: con un ‘salto mortal’ en los abismos de la misericordia divina». También de Friedrich es la defensa de Forster, el soñador revolucionario, muerto prematuramente; Schiller y Goethe lo habían satirizado con un «xenion» famoso; Friedrich lo defiende como prosador clásico, como hombre de libres y francas opiniones, como escritor «social»; páginas de un amigo, llenas de nobleza. La «característica de Lessing» completa la trilogía; como los dos precedentes ensayos, también éste se esfuerza por penetrar en la última esencia del individuo, y descubrir a través del escritor al hombre. En Lessing, convertido en portaestandarte por todos los racionalistas alemanes, Friedrich resucita al hombre de quien todas las palabras fueron «revelación de una naturaleza sumamente moral»; le define como el «Prometeo de la literatura alemana», y opina que la Emilia Galotti (v.) «es la obra maestra de la razón pura generada con sudor y fatiga»; analiza finalmente el Nathan (v.) y concluye proclamando al autor «la más admirable combinación de literatura, polémica, humorismo (Witz) y filosofía». También sus recensiones menores llevan todo el sello de la crítica genial y renovadora de los dos notables hermanos.
B. Allason