Nació en Winchester (Virginia) el 7 de diciembre de 1876 y Murió en Nueva York el 24 de abril de 1947.
Perteneció a una familia de origen irlandés y alsaciano, y pasó su infancia en Nebraska, durante la época en que esta región occidental fronteriza era colonizada por inmigrantes checos y escandinavos; en medio de aquellos aventureros y campesinos de sangre ardiente, de un vigor y afán de vivir netamente opuestos a la árida y convencional respetabilidad de los norteamericanos «indígenas» de la comarca, pasó C. los años de su formación; de aquellos hombres captó las esencias de las virtudes humanas básicas: pasión, vitalidad espiritual, «valor personal, magnanimidad y una bella y generosa conducta».
Cather era de espíritu sensitivo y selectivo, y sus maestros en el ámbito de las letras fueron Flaubert y Henry James, mientras sus preferencias literarias instintivas se dirigían hacia los exquisitos artífices de la prosa, Hawthome, Turguenev, Mérimée, Conrad y Stephen Crane.
Obstinada e independiente ya desde la niñez, luego de haberse graduado en la Universidad de Nebraska aprestóse a vivir con la mayor intensidad, tanto en su patria como en el extranjero, y se ganó mientras tanto el sustento como periodista, maestra, directora de revistas, etc. Cuando, gracias al ejercicio de tales ocupaciones, hubo ahorrado suficiente dinero, dejó de trabajar para los demás y empezó a escribir en provecho propio.
Su primera novela, Alexander’ s Bridge (1912) —precedida, en 1903, por un tomo de poesías —, seguía la tradición de James, pero el resultado dejó mucho que desear. El año siguiente, con O Pioneers!, la autora descubrió efectivamente su propia personalidad y vio reflejados en ella los inmigrantes de sus años juveniles.
Publicó a continuación una serie de narraciones poco significativas, hasta que volvió la vista al pasado, que trató de reflejar en novelas o crónicas literarias, tales como La muerte y el arzobispo (1927, v.), situada en el ambiente del sudoeste hispano-católico, y Sombras en la roca [Shadows on the Rock, 1931], cuya acción se desarrolla en la francocatólica Quebec, obras que figuran entre las más bellas de esta autora, y pasó los últimos años de su vida en Nueva York.
Viajó mucho por Europa y América. Publicó también un volumen de ensayos intitulado: No antes de los cuarenta [Not Under Forty, 1936].
S. Geist