Poeta de la épica religiosa alemana del siglo XII, autor de los Tres cantos de la Virgen (v.). Fue identificado con cierto Werinher Scolasticus del convento bávaro de Tegernsee; de esta infundada precisión partieron libremente las elucubraciones de los germanistas del siglo pasado, quienes crearon a través de fantásticas atribuciones la figura legendaria de un Wemher von Tegernsee especie de genio universal, botánico, gramático, pintor, geógrafo y dramaturgo. Romántico amante con hábito, autor y destinatario de ardientes cartas amorosas en latín; asimismo la graciosa poesía Ich bin din, du bist min sería fruto de su pasión.
Se le atribuyen también el Carmen vernale, el Misterio del Anticristo (v.), comentarios, tratados de arte poética, poesías y misceláneas de todo género. Se trata, en resumen, de uno de los mitos más fantásticos brotados en el jardín de los filólogos. El mismo Wernher, en cambio, nos da en su obra, con escrupulosa precisión, diversas noticias más dignas de crédito. Afirma ser un sacerdote y haber compuesto poesías a instancias de otro religioso, cierto Menegold, y terminado los tres cantos el año en el cual Federico I atacó a Polonia (1172). Respecto del país de origen de Wernher o del lugar donde floreció su obra poética, la lengua, la ortografía y la estructura de las rimas nos inducen a buscarlos lejos de Tegernsee y del interior de Baviera; las acusadas influencias de los dialectos de Suabia y Franconia hacen pensar más bien en un punto de la zona fronteriza situada entre el territorio bávaro y estas dos regiones.
M. Sfagnol