Nació quizá en 1115 y murió acaso en 1160, vivió bajo el reinado de Juan y de Manuel Comneno. Educado en la escuela de Miguel Itálico, no consiguió nunca resolver de un modo satisfactorio el problema del pan de cada día; de ello derivan los frecuentes y amargos lamentos de que están llenos sus escritos, y que han contribuido a crear en torno suyo la figura legendaria del Ptocoprodromo, a la que harán eco numerosas poesías en lengua vulgar. La crítica reciente atribuye la paternidad de estas últimas a poetas posteriores que han superpuesto a la figura de Prodromos la caricatura del literato pordiosero acuciado por los problemas de las más elementales necesidades vitales.
Sólo durante algún tiempo, gracias a la intervención de Manuel Comneno, le fue asegurada a Prodromos la subsistencia en el monasterio de los Manganos. Pero este beneficio quedó interrumpido después, y Prodromos murió en la pobreza en otro monasterio, con el nombre de monje Hilarión. En la totalidad de sus obras, en parte de discutida autenticidad, además de la novela en verso Rodante y Dosicles (v.) deben recordarse la Catomuomaquia (v.), parodia de la Batracomiomaquia homérica, y varias Epístolas al Sebastocrdtor (v.), Al emperador (v.) y Al emperador Mauro Juan (v.).
B. Lavagnini