Profeit de Marsella

La Edad Media latina conoció con este nombre al astrónomo y filósofo judío Jacob ben Makhir, llamado también Profeit ibn Tibbon. Nació en Marsella, acaso en 1235, con seguridad a mediados del siglo XIII y murió en 1303 (1307?). El autor del Almanaque (v.) pasó su vida en Montpellier y vivió en el foco de la disputa que dividía en Provenza a los talmudistas puros (los fideístas) de los maimonidianos filoso­fantes, en analogía con las disputas entre los dialécticos y los antidialécticos de la cris­tiandad. Nuestro autor se adhirió inmedia­tamente a la tendencia crítica a la manera árabe de los tibbonistas, es decir de los seguidores de los dos Tibbon, traductores introductores de Maimónides en Provenza.

Toda la región se declaró por Maimónides en contra de los rabinos de Francia y de Renania, y en esta atmósfera es natural que florecieran, las ciencias matemáticas. Ello explica el interés de Profeit por la ciencia, y su fama que rebasó los confines del judaísmo, vinculada al Róbha’ Jisra’el (el cuadrante de Israel), y todavía más a las Tablas astronómicas (Lúhót), traducidas al latín con el nombre de Almanach perpetuum, conocidísimas también en Italia y tal vez usadas por Dante. Este trabajo permite intuir en la vida de Profeit una gran relación con España (tal vez las Tablas Alfonsinas —v. Libros del saber de astronomía — fue­ron obra judía) y con los países árabes.

Profeit se nos aparece, pues, singularmente pró­ximo a un Rogerio Bacon, a un Alberto Magno, a un Ramón Llull, por sus aficiones físicas, matemáticas y cosmológicas, y por el talento inventivo que le impulsa no sola­mente a escribir, sino a fabricar instrumen­tos astronómicos nuevos. Probablemente no tuvo tiempo de ver la expulsión de los judíos en la Francia septentrional (1306), que produjo gran conmoción en la vida cultural de Provenza.