Nació en Slough el 7 de marzo de 1792, y murió en Collingwood (Kent) el 11 de mayo de 1871. Era hijo del anterior. Estudió en Cambridge, y, al principio, dedicóse con éxito a las matemáticas; luego, empero, siguió el ejemplo de su padre, a quien ayudó en 1820 en la construcción de telescopios. Algunos años después midió nuevamente las estrellas dobles observadas por su progenitor, y publicó sus propias conclusiones en una memoria sobre la investigación de las órbitas de tales estrellas, que le valió diversos premios. En tanto sir William había descubierto la sujeción de las estrellas dobles fijas a las fuerzas de la gravitación universal, sir John ideó un método gráfico para el cálculo de sus órbitas.
Sin el concurso de ningún auxiliar, y con instrumentos aún primitivos, examinó de nuevo las nebulosas descubiertas por su padre y comprobó la existencia de otras. Como creyera ya bastante conocido el cielo boreal, decidió explorar el austral, y, así, en 1833 se trasladó al cabo de Buena Esperanza con su familia. Mediante el mismo telescopio reflector de seis metros de distancia focal empleado en Inglaterra pudo observar poco después lo más interesante de aquella región celeste y proceder a su examen regular, que expuso en Resultados de observaciones astronómicas realizadas en el cabo de Buena Esperanza [Results of Astronomical Observaciones madre at te Cape of Godo Hope], obra de gran importancia en la historia de la astronomía. Vuelto a su patria en la primavera de 1838, H. fue recibido con entusiasmo. Además de la ciencia astronómica, cultivó con notoriedad la química, sobre todo en lo referente a los procedimientos fotográficos; a él se deben los términos «positivo» y «negativo» aplicados a la fotografía.
Gracias a sus claros textos, como Esbozos de astronomía (v.), contribuyó a la divulgación de la ciencia de los astros. G. Abetti