San Zenón, obispo de Verona

Tuvo indudablemente, un origen africano, como lo demuestra, sobre todo, la presencia en su lenguaje de peculiaridades sintácticas propias de la escuela de Apuleyo, así como de reminiscencias de las obras de los escri­tores de África: el mencionado, Tertuliano, Lactancio y Cipriano. Por otra parte, el texto de las citas bíblicas de los Sermones (v. Tratados) de Zenón resulta casi idéntico al del último de estos autores; además, el recuerdo de un mártir africano al cual está dedicado un Sermón habla asimismo en favor de tal origen. No sabemos cómo llegó a obispo de Verona, cuya sede episcopal rigió durante la segunda mitad del siglo IV, posiblemente entre los años 362 y 372 (Bigelmair) o 380 (Ballerini); tales fechas aparecen confir­madas por una carta de San Ambrosio, del 386, dirigida al tercer sucesor de Zenón, Siagrio.

Sufrió una intensa oposición de parte de los arríanos, pero no fue mártir, contraria­mente a lo indicado en algunos martirolo­gios. Disfrutó, indudablemente, de gran popularidad entre sus fieles. De su interés pastoral por ellos son testimonio los Sermo­nes (la mayoría muy breves, cual esbozos de discursos), de los cuales poseemos noventa y tres, de contenido variado y exponente de la formación y la habilidad retórica del pre­lado; aun cuando no carecen de citas clá­sicas, las presentan sobre todo, empero, de carácter bíblico, procedentes del Antiguo y el Nuevo Testamentos, y llevan, asimismo, referencias a los autores cristianos, a los africanos en particular. La eficacia de la predicación y de la obra pastoral de Zenón con­virtióle en patrono de la ciudad.

G. Lazzati