San Juan Clímaco

Nació en Constantinopla en 525 y murió en el monasterio del Sinaí el 30 de marzo del 600. La biografía de este santo, cuya memoria celebran tan­to la Iglesia católica como la ortodoxa en el aniversario de su muerte, se compendia en una vida interior de meditaciones y colo­quios con Dios.

A los dieciséis años, termi­nados apenas los primeros estudios litera­rios, abandonó Constantinopla y dirigióse a la pequeña península del Sinaí, entre Egip­to y Arabia, donde se levantaba el cenobio de Santa Catalina de Alejandría.

Vistiendo ya el hábito monacal, permaneció allí du­rante diecinueve años. Luego marchó hacia el desierto paraje de Tholás para dedicarse en plena soledad a la meditación y al asce­tismo, y allí, refugiado en una gruta, pasó cuarenta años orando y escribiendo.

Su re­fugio convirtióse en lugar de afluencia de devotos que iban a verle y solicitaban sus consejos. Además de otros textos compuso allí, a instancias del abad Raitüs, la célebre Escalera (v.), obra de edificación ascética que, «a semejanza de una escala», eleva a sus devotos lectores desde las cosas más humildes hasta las más altas y divinas.

Com­plemento de ella es el Discurso al Pastor, guía para la dirección de las almas. Ante la insistencia de los monjes, C. abandonó finalmente el eremitorio de Tholás y aceptó el cargo abacial del monasterio del Sinaí, donde murió poco después.

B. Lavagnini