Nació el 30 de julio de 1763 en Stoke Newington y murió el 18 de diciembre de 1855 en Londres. Hijo de un rico banquero de la City, recibió privadamente de su padre, «whig» en política y disidente en religión, una formación cuidadosa y tendente a la preparación del joven como sucesor suyo en la dirección de sus negocios. Rogers manifestó pronto el gusto por la literatura, y en 1781 publicó en The Gentleman’s Magazine los primeros ensayos; luego apareció una obra cómica, a la cual siguieron más de veinte años de labor llenos de una abundante producción en prosa y, particularmente, en verso.
Escritor limitado y de escasa originalidad, poseyó, en cambio, gustos muy refinados y una elaborada maestría formal. Trabajó durante nueve años en el poema Pleasures of Memory (1792), otros tantos en Human Life (1819) y dieciséis en Italia (1822, v.). Típico literato del siglo XVIII, en su lujosa morada reuníase, entre bustos, libros y joyas, la flor de la sociedad artística de la época, y su conversación abundaba en críticas sutiles, agudas observaciones, anécdotas y sarcasmos. Gracias a un carácter abierto y generoso y a sus casi ilimitadas posibilidades económicas (a la muerte de su padre, en 1793, sucedióle en la dirección de la banca), pudo ayudar a numerosos literatos contemporáneos, entre ellos a Sheridan.
Byron le consideraba una «columna de buen gusto» al compararle con el deficiente de los «iakistas». En las últimas obras de Rogers prevalece el nuevo espíritu romántico. En la actualidad se le recuerda principalmente más que por su producción como poeta por sus conversaciones (Table Talk of Samuel Rogers, texto editado en 1856 por W. Dyce).
A. Rizzardi