Nació el 27 de febrero de 1812 en Horná Lehota (Eslovaquia), donde murió el 19 de mayo de 1883. Estudia en Kežmarok, Rožňava y Bratislava, y en esta última ciudad, en 1828, participa en la fundación del círculo «Litérama Jednota» [Unión Literaria], centro promotor del romanticismo eslovaco.
En 1830 tomaría parte como voluntario en la revolución polaca. Más tarde concluye en Viena los estudios de Teología y, como su padre y su hermano, ambos también escritores, fue párroco evangélico; en calidad de tal, desarrolló su actividad en Jelšavská Teplice (1834-1840) y luego, hasta su muerte, en Lehota, su población natal.
Chalupka escribió sus primeras composiciones según el espíritu de Kollár y Hollý; más tarde, bajo la influencia de Štúr, que señalaba como modelo de la nueva poesía eslovaca el folklore, moduló sus versos de acuerdo con el tono de los cantos y las baladas populares. Por tendencia e inspiración, sus canciones, casi siempre basadas en personajes ideales de «junáci» (jóvenes héroes amantes de la libertad), concuerdan con el arte de Ján Botto y de Janko Král.
Debemos citar aquí: Tristeza [Smútók, 1834], elegía sobre la decadencia de la estirpe eslovaca; El cosaco [Kozák, 1845]; El prisionero de Likava [Likavský väzeň, 1846], en cuyos versos el rebelde Jánošík, encerrado en el castillo de Likava, sueña en la resurrección de su pueblo; La batalla de Jelšava [Boj pri Jelšave, 1861], que celebra un legendario combate entre los eslovacos cristianos y los turcos; Balada de Král’ova hol’a [Král’oholská, 1862], descripción de un vivac de bandoleros en las montañas que recuerda el primer canto del poema Smrt’ Jánošíkova de Botto; Bombura (1863), exaltación de la hazaña de un eslovaco, el cual, cerca de Brezno, logra dominar a los rebeldes húngaros; Muráň (1863); Mátalo (v.), poema que relata una supuesta sublevación de los eslavos sármatas contra el emperador Constantino, y Branko (1864), canto de la lucha sostenida por un audaz «zbojník» [bandido] contra los turcos y la nobleza.
Chalupka es también autor de diecinueve composiciones religiosas reunidas en un cancionero (Zpěvník, 1842) y de un escrito contra el alcoholismo titulado El aguardiente veneno [Pálenka otrava, 1843], inspirado en la obra alemana Brandtweinpest, de Heinrich Zschokke.
A. M. Ripellino