Nació en 1754 en Nieszwicz (Lituania) y murió en Nieder-Siegersdorf (Silesia) el 22 de noviembre de 1800. Aun cuando su verdadero nombre fuera el de Salomón ben Yehoschua, recibió el de Maimón por su profundo conocimiento de la obra de Maimónides. Hijo de un humilde rabino, frecuentó la escuela hebraica de Jwenez (prov. de Minsk); distinguióse en ella por su excepcional capacidad de estudio, y pronto alcanzó fama de excelente talmudista en la localidad de Moghilnia (también prov. de Minsk), a donde el padre se había trasladado. Las precoces cualidades intelectuales del muchacho indujeron a su progenitor a buscarle una esposa con una buena dote; y así, Maimón contrajo matrimonio, antes de los doce años, con la hija de un posadero de Nieszwicz, y a los catorce ya era padre. Como no pudiera tolerar las continuas vejaciones a que le sometían la mujer y la suegra, emprendió la huida, e inició con ello la serie de viajes y peripecias que había de prolongarse durante casi toda su vida y le reduciría con frecuencia a la más triste miseria.
Una vez familiarizado con los caracteres góticos y latinos el joven pudo ampliar sus conocimientos, singularmente los de Matemáticas y Física; sin embargo, pronto empeoró su situación, por cuanto un comentario a la obra de Maimónides le indispuso con los medios hebreos ortodoxos, circunstancia que le obligó a trasladarse a Alemania. Con el auxilio de personas caritativas consiguió llegar a Königsberg, Stettin y Berlín; tampoco allí, empero, supo granjearse las simpatías de los círculos hebreos, y así, mendigando siempre, marchó a Posen, donde el rabino principal encontróle una ocupación en una rica familia de la ciudad. En 1773 volvió a Berlín, donde la lectura casual de algunos textos de Wolff suscitó en su mente observaciones y reflexiones que reunió y envió a Mendelssohn; éste se mostró pródigo en alabanzas y apoyos para su joven correligionario, quien, gracias a su recomendación, viose acogido por hebreos nobles y ricos, y nudo, así, proseguir sus estudios de Filosofía, en el curso de los cuales leyó ávidamente las obras de Locke, Spinoza, Helvetius, Hume y Leibniz. En 1775 ingresó como aprendiz en una farmacia; sin embargo, a causa de su vida irregular el mismo Mendelssohn aconsejóle abandonar Berlín.
En 1778 dirigióse a Hamburgo; luego marchó a Amsterdam, donde permaneció durante un año. Más tarde estuvo en Hannover, y finalmente volvió a Hamburgo; allí intentó en vano, entre otros proyectos, su conversión al cristianismo. Con el auxilio de algunos hebreos ricos pudo matricularse en el Instituto de Altona y asistir, singularmente, a las lecciones de latín, con brillantes resultados. La serie de aventuras, empero, no había terminado aún. Tras un nuevo viaje a Berlín marchó a Breslau con la intención de estudiar allí Medicina, propósito del que, sin embargo, desistió pronto. Gracias al interés de Garve, ingresó como preceptor en el hogar del banquero Meier; perturbada la relativa tranquilidad de esta nueva situación por la inesperada presencia de su esposa y el hijo, Maimón sólo consiguió librarse de ambos entregándoles hasta el último céntimo. A causa de ello, regresó en 1876 a Berlín en la más completa indigencia. Hasta 1788 no conoció Maimón la Crítica de la razón pura de Kant, texto acerca del cual escribió un comentario, Ensayo sobre la filosofía trascendental [Versuch über die Transzendentalphilosophie], juzgado muy favorablemente por el mismo Kant y publicado, por esta razón, en 1790.
Al final, Maimón halló la tranquilidad necesaria para sus estudios en casa del conde Kalkreuth, en Nieder-Siegersdorf, donde permaneció hasta su muerte. Además del mencionado comentario y de la Autobiografía (1793, v.) publicó Ensayo de una nueva lógica o teoría del pensamiento (1794, v.), Las categorías aristotélicas [Die Kathegorien des Aristóteles, 1794] e Investigaciones críticas sobre el espíritu humano [Kritische Untersuchungen über den menschlichen Geist, 17971.
V. Verra