Nació en Montbrison el 13 de enero de 1812 y murió en Lyon el 13 de diciembre de 1883. Inclinado a los estudios de jurisprudencia, fue abogado del tribunal de Lyon. Sin embargo, su verdadera vocación era la literatura; y así, abandonada la toga, publicó en 1839 un tomo de versos inspirados en Lamartine, Les parfums de la Madeleine. Orientóse luego hacia la poesía filosófica y simbólica, propia del gusto romántico, y escribió La colère de Jesús (1840), Psyché (1841) y Odas y poemas (1844, v.). En 1845 el conde de Salvandy, ministro de Instrucción Pública, le confió el desempeño de una misión en Italia, y dos años después llamóle a ocupar la cátedra de Literatura francesa de la Universidad de Lyon. Más tarde aparecieron Les symphonies (1855) e Idylles héroïques (1858).
Este mismo año ingresó en la Academia. En 1860 un artículo irónico de Sainte-Beuve provocó el furor de Laprade, quien respondió con Les Muses d’État, despiadado ataque contra el régimen del Segundo Imperio que le hizo perder la cátedra. Pronto, empero, volvió el poeta a los temas clásicos; así, por ejemplo, en Pemette (1868), Harmodius (1870), tragedia de inspiración griega, y Le livre des adieux (1878). Después de Sedan ensayó la poesía patriótica (Pendant la guerre, 1872; Poèmes civiques, 1874; etc.), que le valió el nombramiento de diputado. Sin embargo, dimitió al cabo de tres años, y dedicóse por completo a la actividad poética y a la investigación crítica. Sus lecciones de Literatura francesa en la Universidad de Lyon fueron la base de obras como Questions d’art et de morale (1861), Le sentiment de la nature avant le Christianisme (1866), L’éducation homicide (1867), Le sentiment de la nature chez les modernes (1868), Essai de critique idéaliste (1882) e Histoire du sentiment de la nature (1883).
C. Falconi