Nació en Varad el 4 de octubre de 1570 y murió el 19 de marzo de 1637; fue la más importante personalidad de la Contrarreforma en Hungría. Hijo de antigua e ilustre familia protestante, se convirtió al catolicismo a la edad de doce años y‘ en 1587 ingresó en la Compañía de Jesús. Estudió en Cracovia, Viena y Roma, y ordenado sacerdote, le fue confiada la cátedra de Filosofía en la Universidad de Graz, de la que pasó más tarde a la de Teología. En 1607 inició su participación en la obra de gobierno de la Iglesia húngara, que en aquel tiempo estaba estrechamente vinculada con la política nacional. Tras un decenio de tal actividad, abundante en éxitos, y rodeado de la general admiración por los méritos de escritor logrados con unas quince obras teológicas y polémicas, fue elevado en 1616 a la más alta dignidad eclesiástica.
A partir de aquel año, como arzobispo de Esztergom, no sólo hizo triunfar la Contrarreforma sino que participó decisivamente en la dirección de los destinos de su país. Por los grandes servicios prestados a la causa del catolicismo, Urbano VIII le nombró cardenal en 1629. Como estadista, aunque defensor de la dinastía habsburguesa, sostenía con firmeza los derechos húngaros y era tenido en alta estima incluso por los patriotas protestantes. Fue creador y mecenas de importantes instituciones culturales (entre las cuales la Universidad de Nagyszombat, fundada en 1635 y trasladada más tarde a Pest) y su muerte produjo gran duelo entre los católicos húngaros, cuyo número había crecido mucho gracias a él. Formidable polemista y apologeta, fue guiado por claras tendencia? artísticas en sus obras exentas de finalidad combativa. Su traducción de los Cuatro libros de Tomás de Kempis sobre la imitación de Cristo (1604) constituye una auténtica obra maestra de la prosa magiar.
También en el Libro de plegarias cristianas (1606) supera con mucho las conquistas estilísticas heredades por él, y aún se revela más prosista poderoso y original en los Sermones (1636) y en la Guía de la verdad divina (v.).
E. Várady