Nació el 24 de diciembre de 1824 en Maguncia y murió en la misma ciudad el 26 de octubre de 1874. Músico muy culto, dotado de una singular capacidad receptiva, se dejó influir, sin embargo, de un modo poderoso por la reforma y el arte wagneriano.
El influjo de Wagner coincide con la fase más intensa de su actividad musical y literaria, circunscrita más o menos a los años comprendidos entre 1858 y 1870. En 1865 marchó con su maestro a Munich, donde pudo enseñar en la Escuela Real de Música.
Escribió notables trabajos corales y tradujo al alemán diversas obras teatrales extranjeras; pero su fama está especialmente vinculada a una ópera cómica, El barbero de Bagdad (v.) considerada por Liszt como punto de partida para una renovación radical de la ópera cómica, análoga a la efectuada por Wagner en la ópera seria.
Pero ni El barbero de Bagdad, en el que las formas de un delicado y melódico lirismo no excluyen un sentido demasiado limitado y superficial de lo cómico, ni las demás obras de C. (El Cid, Günlod) obtuvieron gran éxito. Sin embargo, debe ser recordado como autor de lieder, en los que mostró una gran habilidad técnica y delicado gusto.
V. Torenzio