Escritor y humanista dominicano nació en Santo Domingo en 1884 y murió en 1946. Hijo de la poetisa Salomé Ureña de Henríquez. Ha sido una de las figuras más sólidas y estimables de la cultura dominicana. Erudito de tipo moderno, preocupado por la corrección y la pureza del lenguaje, y enamorado de los clásicos griegos, latinos y castellanos, apenas escribió obras de imaginación, como el cuento La Sombra, el poema dramático El nacimiento de Dionisos (v.) y algunas poesías más, dentro del tono y ambiente del modernismo.
Su limpieza literaria corrió parejas con su limpieza espiritual: por caminos opuestos a los de su hermano Max, se alejó pronto cuanto pudo del dictador Trujillo y explicó Literatura en la Universidad de México; y después de las temporadas que pasó en España, Estados Unidos y Cuba, se estableció en Argentina, donde fue profesor en las universidades de Buenos Aires y La Plata, y le sorprendió la muerte. Fue filólogo y un ensayista de verdadera altura, apasionado por la sencillez del lenguaje, que procuró limpiar de barroquismos hasta llegar en ocasiones a la sequedad. A este respecto, son fundamentales sus estudios titulados Corrientes literarias en la América hispana (v.); Seis ensayos en busca de nuestra expresión (v.); Ensayos críticos (1905); Horas de estudio (1910); Mi España (1912); La versificación irregular en la poesía castellana (1920); La cultura y las letras coloniales en Santo Domingo (1936); El español en Santo Domingo (1940); Plenitud de España (1940), y su obra póstuma: Historia de la cultura en la América Hispánica (1947).
Son de verdadera importancia sus ensayos sobre Juan Ruiz de Alarcón y sobre Hernán Pérez de Oliva, así como su recopilación de Romances de América (1913), en la que recoge los romances españoles que todavía se recitan o cantan en la República Dominicana. Nuestro autor es una figura ilustre de las Letras de la América española.
J. Sapiña