Discípulo de los apóstoles eslavos Cirilo y Metodio, vivió en la época del zar Simeón (893-927), y fue, según parece, obispo de Preslav, la capital búlgara. Tradujo del griego una colección de sermones explicativos del Evangelio [Pouchitelno Evangelie] y los pronunciados contra los arríanos por Atanasio de Alejandría. En un Prólogo o Proclama antepuesto a su versión del Evangelio introdujo algunos toscos versos, entre los cuales figura, en dificultosos y duros dodecasílabos bizantinos, una Plegaria alfabética (v.), así llamada porque las primeras letras de cada verso siguen, a modo de acróstico, el orden alfabético, de suerte que el número de versos es igual al de las letras del alfabeto eslavo cirílico.
Ello supone una primera serie completa de los caracteres de éste con ejemplos que permiten aclarar la naturaleza de ciertos fonemas y signos gráficos equívocos; se trata, asimismo, del rudimento más antiguo de poesía eslava, en el que, si bien artísticamente muy deficiente, aparece ya, en cambio, intensa la llama de la conciencia nacional que lo inspira. Notable es, por tanto, la importancia histórica y filológica del texto en cuestión.
A. Cronia