Poeta cubano n. en Camagüey en 1902. Uno de los más significados representantes de la llamada poesía afrocubana, poesía mulata y también, con riesgo de confusión, poesía negra. Estudiante de Derecho, periodista y por fin abogado, Guillén ha sido un viajero incansable; sus ideas lo llevaron a luchar en las filas republicanas durante la guerra civil española (1936-1939) y sus inquietudes sociales lo adentraron en el comunismo. Excelente poeta lírico, su poesía conserva sus calidades al interpretar los sones de su raza y al combinarlos con sus anhelos sociales y sus lamentos; pero decae sensiblemente cuando pretende hacer proselitismo político, especialmente en los últimos años (La paloma de vuelo popular, 1958).
Pese a su espléndida interpretación del alma negra en territorio de blancos y ál tono intensamente popular de su poesía, Nicolás G. es un poeta culto y refinado, que llega a la hondura desde demasiado alto, tanto en lo que se refiere al alma de su raza como a sus gritos de protesta social: por ello, sus poemas presentan, a veces, caracteres demagógicos y pintorescos. Sin embargo, lo salva su sinceridad, que hace flotar al vigoroso y delicado lírico por encima de sus pasiones y desviaciones circunstanciales. Además de la obra citada, merecen especial mención: Motivos de son (1930) y Sóngoro Cosongo (1931), quizás lo más interesante de su lírica; West Indies, Ltd. (1934), de tono social y antiimperialista; Cantos para soldados y sones para turistas (1937); España, poema en cuatro angustias y una esperanza (1937); Elegía a Jacques Roumain en el cielo de Haití (1947); El son entero, que agrupa muchas de sus mejores composiciones (1947); Elegía a Jesús Menéndez (1948). Poemas muy conocidos de Nicolás G. son: Fusilamiento, Balada del soldado muerto, Elegía de un soldado vivo, No sé por qué piensas tú… y Velorio de Papá Montero.
J. Sapiña