Martianus Min(n)e(i)us Félix Capella, nació en Cartago, parece haber vivido y actuado entre los años 360- 380 y el 429, aun cuando seguramente nunca en Roma; respecto de ello pueden consultarse los testimonios de Fulgencio y Casiodoro y, sobre todo, Las bodas de Mercurio con la Filología (v.), IX, 999.
A tan escasos datos biográficos se ha llegado al cabo de intenso trabajo, como lo manifiestan las diversidades de criterio (Dick, Wessner, Cappuyns); con todo, se trata de elementos suficientemente indicativos.
La vida de C., en efecto, se sitúa en el África anterior a los vándalos, o sea en un ambiente cultural y espiritual que, si bien partícipe de las condiciones de la civilización contemporánea, conservaba asimismo sus características y modalidades peculiares.
Y así, en este caso más que en otros, aparece, procedente del helenismo, una serie de sugestiones, ritmos y leyendas de tipo órfico, caldeo, neopitagórico y neoplatónico. Tal es el pulso del espíritu y la cultura que rodearon a nuestro autor.
Al principio ejerció la abogacía (IX, 999), aunque luego abandonó esta profesión (VI, 577) para dedicarse a su obra, Bodas de Mercurio con la Filología, y tratar así de establecer un balance de la civilización contemporánea, entendida también de acuerdo con una acepción pedagógica. De esta suerte, nos da el único manual latino de las artes liberales después del de Varrón.
Capella no hizo sino transcribir los textos precedentes o inspirarse en ellos, según un criterio a veces extrínseco, aunque tendente a una ordenada selección y a una intervención llevada a cabo a través de un juicio personal más bien que de acuerdo con un principio cultural unificador y renovador.
Por ello se dan en él la afición a situarlo todo como en una vitrina y el gusto, que cabría denominar barroco, de modificar la expresión hasta hacerla más compleja y rebuscada; igualmente alterna, en los modos de la ‘sátira antigua, prosa y verso y, recordando a Apuleyo, rodea la información cultural con la historia mitológica de las bodas entre la Filología y Mercurio, donde se revela claramente la influencia de corrientes helenísticas y ritos neoplatónicos.
Capella constituye, en definitiva, la expresión de una civilización en crisis. Por lo demás, y aun cuando precisamente en esta época presentara San Agustín su síntesis, el cristianismo no había promovido todavía la aparición de una cultura hegemónica.
C. Leonardi