Nació en Wernigerode el 1.° de diciembre de 1743 y murió en Berlín el 1.° de enero de 1817. Aun cuando ejerciera durante gran parte de su vida la profesión de farmacéutico, dedicóse a estudios e investigaciones de química bajo la guía de V. Rose. Se opuso a la tenencia del flogisto, y mostróse favorable a la corriente más moderna iniciada por Lavoisier. Precisamente en relación con la polémica entre ambas opiniones investigó intensamente en el ámbito de la química orgánica (sobre los fenómenos de la calcinación de los metales y de la combustión), con métodos que le convirtieron en el fundador de la química analítica. Además, llevó a cabo una serie de análisis de minerales, y descubrió numerosos elementos, como el estroncio, el circonio, el uranio, el cerio y el titanio; fue también el primero que estudió el telurio.
Por todo ello, a fines de su carrera pudo ser considerado como el químico más ilustre de la Alemania contemporánea. He aquí las fases externas de tal actividad brevemente resumidas. Klaproth trabajó como farmacéutico privado hasta 1782, y durante el período comprendido entre este año y el 1787 fue asistente farmacéutico del Ob er-Collegium Medicum de Berlín; en 1787 empezó a enseñar Química en la Academia de Artillería, y en 1810 recibió el nombramiento de profesor de esta materia de la Universidad berlinesa, recién establecida. La más importante de sus obras es, sin duda alguna, Beitrage zur chemischen Kenntniss der Mineralkörper, en seis tomos, publicados entre 1793 y 1815; a ella cabe añadir Chemische Abhandlungen gemischten Inhalts, de 1815 (v. Memorias de química y mineralogía). Se debe también a Klaproth un Diccionario de química [Chemisches Wörterbuch, 1807-1810].
G. Preti