Marietta de Veintemilla

Escritora ecuatoriana nació en Quito en 1858 y murió en 1907. Sobrina del general y dictador Igna­cio Veintemilla, quedó bajo su tutela a la muerte de su padre, José (1869) y en un ambiente refinado, dados los gustos e incli­naciones de su tío. Durante la presidencia de éste, que llegó al poder por medios irre­gulares y trató de mantenerse en él por la fuerza, como realmente había gobernado (1876 – 1883), fue una verdadera primera dama de la nación, con sus salones abier­tos: no debe olvidarse que Marietta tenía espíritu liberal, enemiga de la gazmoñería ambiente «mientras la sombra de García Moreno seguía cerniéndose sobre la católica Quito y el clero reinaba sobre las concien­cias femeninas a través del púlpito y el confesionario», según frases de Angel F. Rojas. Claro está que al llegar su tío al poder y convertirse ella en personaje cen­tral de la vida quiteña, la responsabilidad limitó sus actitudes, pero no pudo dejar de ser la misma.

Cuando el levantamiento del país contra la dictadura de Ignacio Veinte- milla, tan soberbiamente vapuleado en las Catilinarias de Montalvo, puso en peligro la seguridad del dictador y éste se retiró a organizar su defensa a Guayaquil, Ma­rietta se. quedó en Quito y se puso de he­cho al mando de las tropas y demostró allí un valor a toda prueba. Cuando cayó pri­sionera, muchos jóvenes acudían ante las rejas de su prisión a darle serenata a la «Generalita» o la «Mayasquerita», como llallaman a la valiente joven. Se le permitió después salir al destierro, a reunirse con su tío en Lima, y escribió y publicó en la ca­pital del Perú un libro polémico sensacio­nal, medio historia y medio novela, en el que Ricardo Palma encontraba hiperbólica­mente algo de la sobriedad de Tácito (v. Páginas del Ecuador).

Cuando regresó del destierro (1898), el país la acogió con de­voción al recordar su valentía. Su Confe­rencia sobre Psicología moderna «hizo eco en los medios intelectuales», según afirma Isaac I. Barrera. Y con el título Digresio­nes libres, se publicó un volumen con sus conferencias y artículos, dedicados princi­palmente a las mujeres famosas de la Histo­ria. En 1949 apareció su biografía, debida a la pluma de Enrique Garcés y publicada por la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

J. Sapiña