Historiador y religioso jesuita ecuatoriano nació en Riobamba en 1727 y murió en Faenza, Italia, en 1792, con sangre española e indígena en las venas. Augusto Arias lo llama «creador de la Historia Patria», pero Ángel F. Rojas afina más cuando dice: «puede que el imaginativo jesuita sea, más que padre de la Historia, el padre de la novela en el Ecuador». Siguió el religioso ecuatoriano la suerte de sus compañeros de Orden con motivo de la expulsión y se refugió en. Italia, donde residió primero en Ferrara y después en Faenza. En el destierro escribió su Historia del reyno de Quito (v.), cuyas características han dado lugar a estimaciones como las anteriormente citadas.
Pero también aprovechó su destierro pana reunir cinco volúmenes de poesías, en letra menuda, con el título Colección de poesías hecha por un ocioso en la ciudad de Faenza en 1790; no se trata de una antología, ni por la amplitud de autores y épocas, ni por el gusto del seleccionador, que se incluye a sí mismo; se trata de una compilación comparativa de poesías españolas e hispanoamericanas que tiene el principal interés de ofrecernos «la primera e inestimable colección de poesías de autores ecuatorianos», según afirma Augusto Arias en su Panorama de la literatura ecuatoriana, pues figuran en ella poemas de Ramón Viescas, José Orozco, Mariano Andrade, Joaquín Ayllón, Ambrosio y Joaquín Larrea, «aparte de otras de menor calidad o espacio».
J. Sapiña