Marceline Desbordes-Valmore

Nació en Douai (Flandes francesa) el 20 de junio de 1786 y murió en París el 23 de julio de 1859. Hija de un pintor arruinado por la Revolu­ción, todavía niña marchó con su madre a Guadalupe a fin de recoger allí la herencia de un pariente lejano. No obstante, ambas regresaron más pobres que antes, muriendo la madre.

Marceline se ganó la vida como costurera y luego cantó en los escenarios de Lille, Doaui y Ruán. Perdida la voz, fue actriz teatral en París, y en 1817 contrajo matrimonio con ion mediocre actor, Prosper Lanchantin, llamado Valmore; éste no re­presentó ningún auxilio para su esposa ni sus hijas Ondina e Inés, la primera de ellas poetisa como su madre, amada por Sainte-Beuve y muerta víctima de la tuberculosis.

Su obra, encuadrada aún dentro del roman­ticismo, fue, no obstante, celebrada por los simbolistas y provocó la admiración de Verlaine, quien la incluyó entre Los poetas malditos (v.), singularmente por sus poesías en versos breves. En varias colecciones poé­ticas (Élégies et romances, 1819; Poésies, 1830; Les pleurs, 1833; Pauvres fleurs, 1839; Ramilletes y plegarias, 1843, v.) cantó su gran amor hacia aquel a quien llama «Olivier», no hace mucho identificado con el escritor Henri de Latouche, editor de las poesías de André Chénier.

Expresó asimismo con tiernos acentos su palpitante sentimiento maternal. En las cartas se revela mujer va­liente, juiciosa y apasionada, pero llena de cristiana resignación en cuanto a la vida y los dolores que la afligieron.

S. Morando