Lī Ahmad ibn Muhammad ibn Darrāŷ Al – Qastal

Poeta arabigoespañol. Nació en el año 347 de la hégira, o sea en el 958 d. de C.; murió en 421 de la hégira (1030 d. de C.) En su juventud fue Katib al servi­cio de Al-Hakam II y siguió en la canci­llería cuando subió al poder Almanzor.

Al­canzó la fama con su elogio fúnebre a la sultana Subb y con una epístola en la que describe la toma y saqueo de Santiago de Compostela, a cuyo hecho de armas asistió como testigo. De la misma época son sus sátiras, epigramas y panegíricos, muchos de los cuales sólo son conocidos por referen­cias, puesto que no han llegado hasta nos­otros.

A la muerte de Almanzor, D. siguió inamovible en su puesto de Katib y entró al servicio de al-Muzafar, Sanchuelo, al- Mahdi y al-Musta’in. Son los años en que compone siete hermosos poemas, a juzgar por los fragmentos que se conservan. Con la subida al poder de Alib Hammüd, nues­tro autor cambia de ideas políticas y en­tona alabanzas a los «alies», que hasta entonces había combatido, pero vuelve al partido āmiri en cuanto Jayrān inicia la guerra civil en favor de al-Murtada.

Fra­casada la intentona, el poeta pasa a Valen­cia y más tarde a Zaragoza, donde entra al servicio de Mundir b. Yahyá y de su hijo después. En Zaragoza preside un cenáculo literario al que asiste Ibn Hazm, y se de­dica a recopilar su obra dispersa (v. Dīwān).

J. R. Manent