Se llamaba, en realidad, Leonardo Bigollo; nació en Pisa (1170 ?) y murió durante la primera mitad del siglo XIII.
Cuando muchacho, acompañó a su padre, notario de los mercaderes písanos, a Argelia y algunos países de Levante, donde cultivó el estudio de las Matemáticas. En 1202 publicó en Italia el Libro del abaco (v.), obra de Aritmética y Álgebra destinada a la difusión de los métodos más adecuados para el conocimiento de tales materias.
En 1220 dio a luz Práctica de la geometría (v.), donde figuran una introducción vinculada a las proposiciones fundamentales de Euclides, reglas para la medida de longitudes, áreas y volúmenes y la división de las figuras, y las demostraciones de tales normas, con aplicaciones concretas y desarrollos de cálculo que constituyen un útil complemento de la obra anterior.
Entre otros textos de Fibonacci conocidos figura un comentario al libro de los Elementos (v.) de Euclides. Se sabe también que compuso un Libro di merchatanti. Tales obras fueron difundidas por todo el Occidente y durante unos tres siglos sirvieron de modelo y guía en el estudio y la práctica.
L. Caldo