Nació en Györköny (prov. de Tolna) el 31 de enero de 1837 y murió en Budapest el 19 de marzo de 1902. Terminados los estudios universitarios fue primeramente profesor de instituto en la capital, y luego, durante dieciséis años,, pastor calvinista de Marosvásárhely (Transilvania). Inició su actividad literaria como poeta y autor de cuentos en 1860, y alcanzó con relativa rapidez notables éxitos y reconocimientos oficiales; ingresó en las sociedades «Kisfaludy» y «Petöfí», y en 1879 consiguió el título de profesor libre en la Universidad de Budapest. Sin embargo, todo ello no bastaba para la satisfacción de su ambición desmesurada.
Tolnai poseía un carácter descontento, envidioso y torturado por complejos de persecución, y, al mismo tiempo, soberbio, intolerante respecto de cualquier autoridad, e incapaz de comprender los méritos ajenos. A causa de su aspereza desconocía las amistades y confidencias. De gran promesa del realismo magiar pasó a cruel e iracundo acusador de su pueblo, en el que no veía sino a monstruos toscos, falsos y egoístas, en perpetua lucha entre sí, o bien a víctimas de la propia ineptitud, asimismo indignas de la compasión del escritor. Observador agudo de la realidad, representóla, empero, tendenciosamente deformada.
Sus principales obras (Los señores, 1872; La comadre baronesa, 1882; El señor burgomaestre, 1885, v.; Daniel se hace sacerdote, 1885) son novelas en clave y frecuentemente verdaderas venganzas contra sus presuntos enemigos. En 1884 abandonó el cargo de pastor y establecióse en Budapest, donde, tras algunos años de graves dificultades, fue nombrado profesor de segunda enseñanza. Siguió escribiendo mucho; pero, a pesar de la animación de sus narraciones y de la fluidez de su lenguaje, netamente magiar, no lograba conquistar al público; al mismo tiempo, las críticas de casi todos los autores contemporáneos, publicadas en su revista Irodalom [Literatura], iban aislándole completamente del mundo de los escritores.
E. Várady