Contemporáneo del otro eminente sofista chino Hui Shih, retoño colateral de la familia reinante del estado de Chao. Desconocemos las fechas exactas de su nacimiento y de su muerte (3259-250? a. de C.); se sabe, empero, que floreció entre los años 320 y 280. Vivió en el estado de Wei, donde tuvo un valioso amigo en la persona del príncipe Mu de Chung- shan. Posteriormente estuvo en la corte del rey Chao de Yen (312-279 a. de C.), junto al cual se hallaba en tiempos de la conquista del reino de Ch’i (284); luego marchó a la corte del monarca Hui de Chao (298-266), y permaneció en este país durante un largo período. Estaba con el señor de P’ing Yüan en 259-258, época del prolongado e infructuoso asedio de la capital Han- tan por Ch’i. Dejó un opúsculo que lleva su nombre: Kung-Sun Lung Tzû (v.). Tsu Yen (v.) le considera el hombre más sabio del estado de Chao.
Era conocido por su habilidad en los argumentos «sobre lo duro y lo blanco». A pesar de la ambigüedad y el equívoco de sus sutiles razonamientos (Wieger llega a sospechar influencias greco-indias), este sofista, junto con su colega Hui Shih, ocupa un lugar importante en la historia de la lógica china: él continuó el análisis del problema del conocimiento, intuido ya por Confucio con su doctrina de la «rectificación de los nombres» («chêng ming») respecto de los objetos representados, y proseguido luego y desarrollado por Mo Tzû (v.) con la fundación de la escuela dialéctica («ming chia»). Así como Hui Shih estudiaba la teoría de la relatividad de las cosas, nuestro filósofo profundizó la de los universales, que intentó resolver.
Por desgracia, la escuela mencionada no persistió con posterioridad a las persecuciones de los literatos confucianos; con la dinastía de los Han anteriores (208 a. de C.-25 d. de C.) desaparecieron todas sus huellas. Quedaron, empero, los métodos de la lógica y la dialéctica, los cuales se desarrollaron y convirtieron hasta cierto punto en el patrimonio común de los pensadores que ejercieron un influjo duradero en el espíritu del país y en la concepción china de los problemas filosóficos y científicos.
B. Fedele