Nació el 25 de enero de 1831 en su propiedad familiar de Kudinovo y murió el 24 de noviembre de 1891 en Optina, cerca de Moscú. Huérfano de padre, en 1841 fue enviado al instituto de Smolensk, donde en 1849 terminó los estudios de segunda enseñanza. Pasó luego a la Facultad de Medicina de la Universidad moscovita. Poseía excepcionales dotes artísticas, y en 1851 compuso una comedia, El matrimonio de amor, que fue sometida al juicio de Turguenev, y la novela El taller de Bulavin. Al estallar la guerra de Crimea se ofreció como médico voluntario; sin embargo, como no pudiera soportar la monotonía de su misión, pidió ser enviado a un regimiento de cosacos. Caída Sebastopol, dejó esta unidad, y en 1857 fue licenciado y se trasladó al gobierno c e Nizni-Novgorod. En 1860 se hallaba en San Petersburgo, donde se entregó por completo a la literatura, contrajo matrimonio con una muchacha que conociera en Theodosia y escribió la novela Los retoños del lirio.
Era un aristócrata irreligioso y alegre, y, aun cuando a menudo se le confunda con los eslavófilos, no amó al pueblo, y prefirió siempre Bizancio a la tradición rusa. En 1863 ingresó en la carrera diplomática; fue enviado primeramente a la isla de Creta, y luego a Adrianópolis. A estos años pertenecen los Cuentos orientales y su obra maestra Los recuerdos de Ulises Policroniades. En 1868 enloqueció su mujer, y él fue trasladado a Janina, donde enfermó gravemente, y más tarde a Salónica; en esta ciudad falleció su madre, y Leontiev fue víctima del cólera. Repuesto de sus infortunios, dirigióse al Monte Athos, y allí encontró la fe. Aun cuando entonces pretendiera ya hacerse monje, era todavía muy pronto para que pudiera llevar a cabo su propósito sin lucha. El ensayo Bizantinismo y eslavismo, en el que manifiesta su creencia en un principio trascendental encarnado en Bizancio, le distingue netamente de los eslavófilos y Dostoievski, y más bien le aproxima a Chaaraev y Soloviev. En 1874 abandonó la diplomacia y volvió a Rusia, donde en el verano de este mismo año conoció al «Staretz» Amvrossi, que se convertiría en su director espiritual, y al P. Clemente Sóderholm, con quien trabó una afectuosa amistad.
Muerto éste en 1878, Leontiev acercóse por vez primera a Soloviev, que fue su maestro hasta que su conversión al optimismo fácil de un ideal de progreso y democracia alejóle de él con disgusto. En 1880 pasó a formar parte del comité de la Censura, en el cual permaneció hasta 1887, doliente de cuerpo y cada vez más duramente opuesto a cualquier doctrina innovadora, de suerte que al fin llegó a constituir con Katkov y Pobedonoscev el grupo de la teocracia oficial. En adelante, empero, había perdido ya las esperanzas en Rusia y en su misión. Retiróse a Optina, lejos de toda relación humana, y allí recibió secretamente, el 23 de agosto de 1891, la consagración monástica. Pocos meses después fallecía en el monasterio de San Sergio.
D. Barsotti